El herpes zóster (HZ) es la manifestación local que aparece con la reactivación de una enfermedad latente por el virus de la varicela zóster, que tras una infección primaria (varicela) ha quedado latente en las neuronas de los ganglios sensitivos de las raíces dorsales de la médula espinal o en los ganglios de los pares craneales.

Los síntomas iniciales pueden incluir debilidad muscular, malestar general, cefalea, fotosensibilidad y fiebre. La complicación más frecuente es la neuralgia posherpética, que se caracteriza por dolor intenso con carácter permanente. 

Se trata de una enfermedad de aparición espontánea que puede cursar de forma recurrente. La mayoría de los casos ocurren en personas mayores de 45 años y es muy poco frecuente en menores de 10 años. 

El único reservorio del Virus Varicela-Zóster (VVZ) es el ser humano.

Se transmite por contacto directo con el líquido vesicular de las lesiones cutáneas y por objetos contaminados de las personas con herpes zóster. Las ampollas son contagiosas los primeros 7 días. Las lesiones dejan de ser infecciosas cuando se convierten en costras.

La infección por el VVZ es universal.

La estrategia de prevención debe dirigirse a evitar la primoinfección (varicela) o, tras esa primera infección por el virus varicela-zoster, tratar de mantener la suficiente inmunidad contra el virus varicela-zóster que sea capaz de impedir la reactivación del virus.

Fuente: Recomendaciones de vacunación para adultos y mayores 2016·2017. SEGG.

La vacuna se puede administrar apersonas con historia previa de HZ(si ha pasado más de 1 año desdeque padeció el HZ) y puede ser coadministradacon la vacuna antigripalinactivada, pero no con la vacunaneumococica 23-valente (al observarseen la administración simultaneauna reducción de la respuesta inmunitariade la vacuna HZ).

Aunque la vacuna está autorizada para su uso a partir de los 50 años, no se recomienda su administración hasta los 60, edad a partir de la cual aumenta la incidencia de neuralgia postherpética (dolor producido por nervio dañado), complicación más importante a prevenir mediante la inmunización. La vacuna se administrará independientemente del padecimiento previo de herpes zóster.

La vacuna se debe administrar por vía intramuscular. En personas con alteraciones de la coagulación puede emplearse la vía subcutánea.

Dosis única.

• Posponer la vacunación en caso de fiebre mayor a 38,5ºC.
• En mujeres en edad fértil evitar el embarazo un mes después de la vacunación.
• Contraindicada en caso de haber tenido una reacción alérgica grave con una dosis anterior o a alguno de los componentes de la vacuna.
• Contraindicada en personas que estén recibiendo tratamiento inmunosupresor (incluidas dosis altas de corticosteroides).
• Tuberculosis activa no tratada.

Para cualquier duda consultar con su enfermera comunitaria de su centro de salud, que estudiará su caso en concreto para recibir la vacunación adecuada.

Las reacciones adversas más frecuentes son eritema, tumefacción, calor local, dolor, prurito. En algunos casos se han descrito algunos casos de cefalea, fiebre, infección respiratoria, diarrea, astenia (debilidad o fatiga general) y rinitis.

Otras reacciones adversas que pueden ocurrir en raras ocasiones se describen en la ficha técnica de la vacuna.